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OBRA FÍLMICa
el soldado americano

El soldado americano (Der amerikanische Soldat, 1970)

Dirección y guión: Rainer Werner Fassbinder, según su obra teatral Fotografía: Dietrich Lohmann (Blanco y Negro, 35 mm, 1.33:1) Montaje: Thea Eymesz Música: Peer Raben Dirección Artística: Kurt Raab, Rainer Werner Fassbinder Producción: Antiteater Coste: 280000 marcos Duración del rodaje: 15 días (agosto 1970) Duración: 77 minutos Fecha de estreno: 9-10-1970, en el Festival de Mannheim

Intérpretes: Karl Scheydt (Ricky), Elga Sorbas (Rosa), Jan George (Jan), Margarethe von Trotta (criada), Rainer Werner Fassbinder (Franz), Hark Bohm (Doc), Ingrid Caven (cantante), Eva Ingeborg Scholz (madre de Ricky), Kurt Raab (hermano de Ricky), Gustl Datz (jefe de policía), Katrin Schaake (Magdalena Fuller), Ulli Lommel (Tony el Gitano), Irm Hermann (prostituta), Marquard Bohm (detective privado), Marius Archer (policía)

En una habitación cerrada, bajo una intensa iluminación, tres hombres juegan al póker con una baraja pornográfica. Son tres policías: acaban de contratar a Ricky, un asesino a sueldo con el que siempre contactan por teléfono, para que mate a unos criminales con los que la justicia no consigue acabar. Medio alemán medio norteamericano, veterano de la guerra del Vietnam, vestido con traje y sombrero blancos e impecables, cínico e impenitente bebedor de whisky, Ricky lleva a cabo fríamente los crímenes que le encargan. También dedica su tiempo a pasear con su amigo Franz por el lugar donde pasaron su infancia o a visitar a su madre y a su hermano. Rosa, la chica de uno de los policías, se enamora de él y juntos planean marcharse a Japón, pero ella comete la torpeza de decirle a aquél que lo abandona para irse con el gangster. Tras recibir la orden de matarla y hacerlo sin la menor vacilación, Ricky cae en una trampa: debe ir a recoger el dinero de este último crimen guardado en uno de los compartimentos de la consigna de la estación de tren, lugar donde dos policías le esperan y matan junto a su amigo Franz, al que había telefoneado pidiéndole ayuda consciente de que estaba en peligro.

Considerado el mejor de sus films de gangsters, el tema principal de El soldado americano es que la violencia es la expresión del amor o de la sexualidad frustrada. Desde la primera aparición de Ricky, es evidente que su pistola cumple la función de un falo: en mitad de un descampado, hace bajar a la prostituta que lleva en su coche y la arroja al suelo, disparándole con balas de fogueo entre las piernas y marchándose después. Los asesinatos que cometerá a continuación serán también sustitutos del sexo: mata al delincuente gay Tony el Gitano justo cuando éste se desnuda frente a un espejo creyendo que se va a acostar con él; asesina a la vendedora de revistas pornográficas Magdalena Fuller cuando entra borracha a su casa en compañía de un hombre al que también dispara; y por último mata a Rosa, la chica con la que pretendía viajar a Japón, mientras se besan y ella lo abraza. Precisamente es el sentimiento que le une a Rosa el que hará vulnerable al protagonista del film y lo conducirá a la muerte: el momento en que ella confiesa al policía con el que convive que lo abandona para irse con el gangster significa para Ricky el fin.

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El antológico desenlace de esta película, caracterizada por su desnudo y desesperado lirismo, pone el broche de oro a esta personal visión de Fassbinder sobre ese amor más frío que la muerte que se erige en protagonista de su obra cinematográfica: cuando el soldado americano cae muerto tras ser disparado, su hermano -que lo ama en secreto y había ido al lugar junto a su madre avisado por un detective privado que ella había contratado para vigilar a su hijo- lo abraza y se revuelca de dolor con él por el suelo, secuencia filmada a cierta distancia por una estática cámara lenta que dura algo más de tres minutos, los mismos que la canción escrita por el propio Rainer que suena mientras tanto: So much tenderness, cuyo estribillo -"Demasiada ternura en mi cabeza, demasiada soledad en mi cama"- resume el leit-motiv del film: hasta que conoce a Rosa, los sentimientos de Ricky se reducen a la más mínima expresión, se encuentran en su cabeza, los guarda para sí en su interior, pero cuando gracias a la chica su cama ya no está vacía y exterioriza una emoción, entonces encuentra la muerte. Del mismo modo, cuando Ricky muere, su hermano puede hacer por fin lo que no habría hecho en vida de aquél: expresar, manifestar, dar rienda suelta al amor que por él siente.

Film en el que todo está sugerido (desde la relación que el protagonista mantiene con su madre -basta ver su retraimiento ante el beso que él intenta darle para hacernos una idea de la misma- hasta la impresión que tiene de Alemania tras su vuelta de América -"Nada ha cambiado. Todo sigue igual"-, pasando por su propia situación personal -su marginalidad, su estar en la sombra, su soledad mitigada a base de tragos de whisky-, sin olvidar a esos policías que dados sus métodos y actitudes podrían pasar perfectamente por gangsters), El soldado americano es la síntesis perfecta del film noir fassbinderiano, donde Godard, Fuller, Walsh o Huston sirven al maestro para dar cuerpo a su particular universo. Como dijo Gerard Talon (Cinema, 1974), "Fassbinder toma del cine negro el alto contraste de la luz, el privilegio acordado a los negros y los blancos, y la supresión de los grises, a la vez que copia los estereotipos humanos y los objetos. Pero estas referencias y tics de puesta en escena solo existen para ser superados, para servir de contrapunto, de referencia ridícula a los problemas de la película, los cuales no conciernen ni a los detectives ni a los gangsters o a las rubias platino sino al patetismo contemporáneo donde se desarrollan sus historias (...) instaurando un espacio de comprensión en el cual las aventuras del protagonista se cargan de un cierto sentimiento trágico de la vida. De esta forma, estas películas están construidas de manera que deben ser recorridas por el espectador y no seguidas pasivamente en su desarrollo".

Por último, hay que destacar que tres años antes de rodar Todos nos llamamos Alí, Fassbinder hace contar a la camarera del hotel donde se hospeda Ricky la historia de amor presente en aquel film entre la madura viuda alemana y el inmigrante marroquí más joven que ella, del que solo cambia el final (Emmi aparece un día asesinada y culpan al marido). La camarera relata la anécdota mientras el gangster se lo monta con Rosa en su habitación, y momentos después, en una impagable secuencia, se suicida delante de ellos con un cuchillo al tiempo que su novio le comunica por teléfono que su relación ha terminado. Cerrando este círculo macabro de pasiones rotas, el idilio de Ricky y Rosa llegará a su fin cuando aquél reciba el encargo de asesinarla y él muera poco después en la trampa que le tienden los policías: So much tenderness.

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